Quedarse en casa como consecuencia de esta pandemia no tiene porqué suponer que estemos menos activos, hay ejercicios en casa para todas las edades.
En contra de lo que pensamos, esto puede ser una gran oportunidad para divertirnos con nuestros hijos y al mismo tiempo disminuir las emociones estresantes derivadas del exceso y la mala información que recibimos a diario.
Pero sobretodo, y esto no lo esperabas el ejercicio físico es una gran herramienta para incrementar nuestro sistema inmune, prueba a establecer una rutina de ejercicios en casa.
Así pues, debemos cuidar nuestra actividad física y prestar especial atención a nuestra alimentación, como explicamos en nuestro post de recetas para el confinamiento estableciendo y cumpliendo horarios concretos (más fácil de llevar a cabo que cuando trabajamos fuera de casa). Además debemos adecuar las cantidades que ingerimos para que se adapten a esta situación de menor movilidad.
El confinamiento impuesto por el Gobierno para combatir al coronavirus nos ha obligado a cambiar todas nuestras estrategias para hacer que tanto los mayores como los niños nos mantengamos activos y evitemos de ese modo el sobrepeso y la obesidad tan elevado que tenemos en España.
El sedentarismo en esta situación es muy fácil que se convierta en nuestra tónica diaria, teniendo en cuenta que el movimiento en términos de espacio está limitado, y en consecuencia, es posible que sintamos más fatiga y decaimiento.
Por ello, es importante que alcemos la mano, digamos ¡basta! y cambiemos de inmediato estas dinámicas. Elige tus ejercicios en casa y tómatelo como tu oportunidad
Y éste propósito debe ser firme pues este encierro, si no cuidamos nuestra alimentación y dejamos de lado la práctica de ejercicio físico, además de tener un efecto directo en nuestro peso y composición corporal va a tener grandes repercusiones a nivel de nuestra salud mental y emocional, ya que aumenta el insomnio, los problemas para conciliar el sueño, aumenta la irritabilidad, el nerviosismo y las sensaciones de tristeza y apatía.
En el caso de niños, las recomendaciones de actividad física según la OMS son de 3 horas al día de actividad física de cualquier tipo hasta los seis años y una hora de actividad de intensidad moderada o vigorosa de los seis a los dieciocho, incluyendo al menos 3v/sem actividades enfocadas a la salud ósea y muscular, evitando los periodos sedentarios prolongados y reduciendo el tiempo de las pantallas a menos de dos horas al día.
Así pues sería interesante poner en práctica en nuestras casas para mejorar la condición física de toda la familia las siguientes pautas:
En infantil, primaria e incluso primeros cursos de ESO; Hacer actividades de, al menos, 30 minutos, 2-3 veces al día, con propuestas a modo de juego que supongan un desafío cognitivo o similar, como aprender coreografías de sus canciones favoritas.
Bailar, es una opción muy adecuada, pues les permite desconectar de la situación, se pueden hacer en familiar, les mejora el estado de ánimo y encima es divertido.
El resto del día podemos proponerles aprender ejercicios nuevos (yoga para niños imitando a los distintos animales) y divertidos como saltar a la comba, juegos populares que corren por las redes (la oca o el parchos saludable), circuitos de habilidades motrices o incluso ejercicios de animal Flow.
Para adolescentes podría ser interesante hacer circuitos alternando actividades aeróbicas con otras que potencien la fuerza muscular. Para ello existen muchísimos videos y tutoriales en la redes con clases de trx, hit, tabata, baile, yoga, pilates…. E incluso es interesantes reservar un tiempo para la meditación
Y para los más mayores podría ser interesante hacer sesiones de entre 15-20min de carreras o trote sobre el sitio, elevando rodilla y braceando y poniendo en nuestras pantallas de televisión espacios exteriores virtuales que nos hagan desconectar y sentirnos libres. Luego es interesante trabajar los distintos grupos musculares (bíceps, tríceps, pectorales) con pequeños pesos o gomas y acabar haciendo unas sentadillas y unos estiramientos en el suelo.
Dicho todo esto, más que ver este encierro de un modo negativo, ¿porque no darle la vuelta y entenderlo como una oportunidad para compartir con nuestras familias, siendo nosotros un ejemplo para nuestros pequeños? y aprovechar el mayor tiempo que tenemos, las menores pérdidas de tiempo en desplazamientos y recados que ya no podemos hacer y sustituir esos tiempos por sesiones de deporte y entretenimiento con ellos.
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